El delicado y preocupante asunto de las conversaciones entre Rubén Moreira, Armando Luna Canales y Miguel Riquelme Solís, filtradas desde sus bunkers íntimos; ha desatado una serie de críticas y desaprobaciones sociales y políticas.
El descaro con el que se abordan temas tan escabrosos y cínicos, es aberrante.
El tema dará más de que asombrarse. La protección que se pretende adquirir con la orden de (“compra mi seguro, cueste lo que cueste”); mediante más dinero de la gente: Ante la Justicia Norteamericana, con “el favor de Luis Videgaray”, y un contacto corrupto (en la PGR); son el colmo de la desvergüenza.
Esa desvergüenza que les resulta tan conveniente a quienes la practican para evitar los cargos de consciencia, de la poca que ostentan. (“Político que pierde la vergüenza…no sabe lo que gana”. Frase coahuilense, de un político de ayer).
Las bodas del sábado, queriendo y no, fueron competencia y músculo. Beatriz Fraustro Dávila, la hija de Chema Fraustro se casa en Cancún con Josué Garza. 600 invitados, pero sin figuras políticas o empresariales, no llegaron al evento, estaban en Saltillo.
Efímero cumplimento del aun gobernador, tarde y rápido y solo a la misa, para luego regresar a Saltillo (en lujoso Jet privado), para pretender codearse con los invitados de lujo de Jorge Dávila, quién también casaba a una hija, ese mismo día.
Enrique Martínez y Martínez, compartía mesa en la boda, con Ildefonso Guajardo Villarreal, Secretario Federal de Economía. Pero no en el Hard Rock, en la Playa Caribeña, como pudimos suponer (con Chema); lo hacía en Villa Ferré, en Saltillo (con Jorge Dávila).
Comensales también en Saltillo, en la boda: Los Presidentes de las Cámaras Empresariales del país.
Javier Guerrero, Jericó Abramo, Enrique Martinez Morales, suspirantes todos, también decidieron por Saltillo. Isidro López Villarreal, lógicamente acudió al enlace de su sobrino, Mario Diego López con Valeria Dávila, la hija de La Pepa.
#VinosDeCoahuila es la marca que se pretende imponer en el DF. Ocasión para derrochar viatico de alcaldes, funcionarios y burócratas que debían llenar el magno salón de la Ex Hacienda de Los Morales.
Un gobierno vapuleado y manchado, gasta el dinero que se requiere para obras y programas sociales (cancelados), en publicidad para reforzar su debilidad institucional. “Los amigos de Hidalgo”, puntuales a la cita y por supuesto, presentes en la factura.
La renuncia del Gobernador veracruzano, Javier Duarte de Ochoa, es inminente. Es auspiciada desde el CEN del PRI de Manlio Beltrones y de Gobernación de Miguel Osorio, como emergencia electoral.
Los excesos se pagan caro, su salida es forzada y la calle no lo librará del juicio, una vez pasada la elección de junio.
Coahuila debe poner las barbas a remojar. Los días de Ruben Moreira, también están contados.
El desprestigio se acumula, los vicios y negocios trascienden y el apellido no está de moda que digamos. La sucesión de Coahuila, coincide con la del emblemático EDOMEX y está muy cerca de la federal del 2018, por lo que no permitirán contaminarlas. Manlio y Osorio no son aliados de los Moreira, menos de Rubén, eso está más que claro.
Pregunten a la señora Viggiano de Moreira.