Las plegarias de Tereso Medina Ramírez se escucharon, dicen sus allegados; pero esto es celestial, no funciona así. Será Senador por la vacante que deja Braulio Fernandez Aguirre (qepd), pero sin prisas terrenas.
Quiso todo el tiempo que el aun gobernador acelerará el proceso, pero “las botas se quitan hasta…el final”.
Hay tantos interesados en aclarar que las investigaciones en Texas, España y Uruguay, están abiertas y en diligencias ministeriales, de carácter internacional.
Ello es normal (en un año preelectoral y en medio de un desgaste y golpeteo, empezado desde Palacio Rosa), pero lo que no, son los oficiosos que desde dentro (en fuego amigo y con deslealtad manifiesta), acercan datos y prometen pruebas, que certifiquen estas evidencias.
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La desbandada anticipada, por la represión y los desprecios, cuesta caro a este malogrado gobierno.
Los golpes arrecian. El ambiente se pone peor. Hay que distraer, más que nunca, mejor que antes. La lumbre llega y el gobierno se chamusca.
En tanto, se usa a la prensa y a los líderes pagados para desgastar a los que compiten, y a tantos, que piensan que pueden competir. Los correos en columnas (como esta), los mensajes cifrados y los descarados, golpean los rostros y las carreras de algunos. Los golpeados desde el poder, ¡empiezan a contestar los ataques!
Tres grupos grandes se notan: El de los “más de los mismos o el Tercer Reich Moreira (de los dos hermanos, con ahijados por separado). Luego, los aspirantes del PRI que pueden y algunos que solo quieren.
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Y finalmente, los opositores divididos y prolíficos, amancebados (hasta ahora) con los independientes, que aislados cabalgan. Una masa amorfa, abona al desconcierto.
El Gobierno Federal paró antenas luego del escándalo de España. Decidió ayudar, pero tomó decisiones que afectan el futuro de Coahuila. Cumplió con el trato, pero ese no incluye a dos, en el mismo paquete, ni ve hacia adelante. Osorio Chong será el encargado, no Videgaray. Las cosas cambiaron.