Los suicidios en Coahuila ya nos ubican, como sociedad y como gobierno, en otro penoso primer lugar.
Saltillo destaca, cuando menos mediáticamente, en la ciudad con más incidentes ¿Qué sucede a nuestra gente, los dejamos solos como sociedad y es indolente el gobierno ante estas tragedias? Ya son años de ver este fenómeno tan peligroso crecer, y nada se ha hecho, que se sepa. Por la puerta fácil salen al no tener asideros en la tierra (ni espirituales ni materiales)
¡Las alertas no funcionan y nuestra gente se escapa: del dolor, de la tristeza y la frustración!
La nota del prestigiado periódico El Demócrata, sobre el berrinche de la Diputada Carolina Viggiano Austria de Moreira, solo evidencia lo dicho antes, que, el efecto Moreira causa estragos dolorosos.
La gubernatura de Hidalgo, trabajada por años, se escurre entre las columnas del edificio de San Cosme (CEN del PRI) y la casona de Bucareli (Gobernación)… A seguir viendo temas de vivienda, en San Lázaro y usufructuando a sus anchas el presupuesto de Coahuila; faltaba más.
El dueño de PROKARNE, el empresario Oscar Lozano Chávez, detenido hace semanas por autoridades federales fue puesto en libertad, con un brazalete.
Ha trascendido que, él y su hermano Clemente (administrador de sus negocios agrícolas, ganaderos y comerciales), entraron en negociaciones con personas que dijeron ser prestanombres del gobernador y al no concretar “las ventas de propiedades”, fueron denunciados como empleadores de menores ¡Vendes o te friegan; no son los únicos en ese estatus!
Son más los grupos que se revelan al Gobierno del Estado. Maestros que repudian los excesos en las pensiones, que hieden a saqueo. Los ejidatarios que gritan el abandono, los negocios con los programas y apoyos del gobierno, y los negocios mineros en sus tierras, con la complicidad y colusión del Gobierno Estatal.
Los comerciantes que ya no pueden salir adelante con los robos, y las policías coludidas. La degradación estatal n camina, galopa veloz ¿Quién aguanta ese ritmo de desgaste?, ni humanamente es posible. Políticamente, la inanición.