Un fuerte gancho al hígado político le ha asestado Armando Guadiana Tijerina al ExGobernador Humberto Moreira Valdés.
Como espectadores quisiéramos pensar que el tema sea parte de su Cruzada Ciudadana por la Justicia que el propio Guadiana ha anunciado. Y, no solo parte de los diferendos personales. Pero sea uno o sea otro, la información ya circula en los medios nacionales e internacionales, donde el largo brazo del dinero de Los Moreira, no abarca. Aun gastando para efectos mediáticos todo el erario de Coahuila, que valga recodar que no es de ellos.
El salpicadero moja de culpabilidad y complicidad al aun gobernador Ruben Moreira y a varios encumbrados de ese ayer de Humberto (donde mandaba Ruben) y de este ahora de Rubén (donde manda Humberto). Los personajes aludidos han pasado de las contralorías a las finanzas y viceversa. Otros, también contaminados en finanzas y contraloría, tomaron áreas de gran presupuesto como educación y obras públicas.
Eso de que ahora mande Humberto Moreira en Coahuila, es un efecto de equilibrio para los excesos de Rubén, pero alimenta las ansias de poder de Humberto. Al fin de cuentas, los Moreira mandan y eso no es nada bueno para los coahuilenses.
Todo este golpeteo de denuncias y de mensajes contra Los Moreira y los golpeteos desde Palacio Rosa, en columnas y notas, ensucia más el de por si enzoquetado ambiente. Ya lo habíamos advertido, los datos fuertes han salido de sus propios escritorios. Las traiciones son producto de sus excesos, de sus malos tratos a los cercanos y de ese jueguito perverso de los hermanos peleados y luego contentados. Ellos mismos confunden a su gente y la gente “intima, suelta la boca, filtra las conversaciones, y suelta los papeles.
Hay varios Notarios que tienen en sus protocolos, antecedentes registrarles de prestanombres y propiedades, que se tratan de limpiar en otras instancias. Eso también ha trascendido. No hay pollos ni pollitos, que se salven.
Así como la Senadora Hilda Flores Escalera bajó su exposición en redes, su equipo especial se esconde y se arredra ante los embates naturales de un reloj adelantado y de una exposición anticipada. Cierto es que el relojero adelantó el tiempo y ahora golpea porque no le gusta el acelere, pero los otros aspirantes a su silla, se acomodaron fácil al destiempo. Lo que sí, la guerra sucia en bots, troles y paginas fantasma, ha arreciado. Un camino sin reversa, se ha iniciado.