Navidad.
FELIZ NAVIDAD, estimados amigos y seguidores.
Tal parece que la época de la Navidad detuvo el tiempo político. Tomaron vacaciones los especuladores electorales y dejaron a la gente descansar. Nos esperan largos días, semanas y meses de campaña y guerra sucia (de la que ya hemos visto sus efectos). Bueno fue este impasse, por salud general.
Inexorable el tiempo transcurre. Nueve días para que sepamos los nombres de quienes piden licencias para competir por candidaturas (no hay respeto al cargo para el que fueron electos. La legislación debiese impedir las “licencias electorales”, las de dejar un cargo para ir por otro). Cuatro semanas para que sepamos quienes son los candidatos que los partidos: “eligen”, designan o coaligan.
Cinco meses y algunos días, para que sean las elecciones (4 de junio del 2017), de elegir: Gobernador, alcaldes de un año y se renueve el congreso (con repetidores y nuevos) y Coahuila viva una etapa electoral renovadora, que le permita, cual Ave Fénix, resucitar de sus cenizas, (por efecto ardiente de las brasas del moreirato).
¡Y por supuesto… es posible aun!).
PAN y PRI.
Los dos partidos punteros eligen a su abanderado en enero. El PAN ha decidido esperar que el PRI confirme si sigue el agandalle del delfín o si (por su propia supervivencia), ha cambiado de idea y competirá con sangre no contaminada, en la persona de un No Moreira. Y bueno, en La Navidad se hacen milagros.
Por lo que toca al albiazul, la decisión es del CEN y todo parece apuntar a que ya se tomó un acuerdo y solo es cuestión de esperar a la segunda quincena de enero para saber el nombre del agraciado. Sabe bien el albiazul que solo requieren de no pelearse para ganar está elección (a datos de ahora, de si hoy fueran las elecciones, el PAN aventaja por 15 puntos al más cercano competidor).
¿Otra madreada?
¿Nuevamente se pasaron de listos Los Moreira y lo que inició como un pleito entre carroñeros, se trasformó en un espectáculo distractor y denigrante (por La MegaDeuda, LAS FANTASMA, el fin político del sexenio (al 5to. año), por la mentirosa tenencia; del show “por la diputación del miedo”, y la rebatinga de las migajas?
Sabemos cómo se las gastan, sabemos de la verdadera hermandad por una incierta “salida limpia”. Sabemos también que la sumisión de ayer (de Humberto por Rubén) no puede trocarse en un despertar de indignado, cuando el daño mayor está hecho…. Un moreirato infame, que se ha robado todo.
Cuentas públicas.
Lo único cierto de todo el lodo e inmundicia soltada en el show Moreira, es que el nuevo congreso, de los nuevos legisladores locales, deberá votar las cuentas públicas del gobierno del estado, de las alcaldías y de los organismos paraestatales. Aprobar o rechazar la danza de los millones de las EMPRESAS FANTASMA, y de tanto negocio desde el gobierno.
Y vale recodar que hasta ahora, las cuentas públicas y los créditos fraudulentos, han sido avalados por los legisladores en turno. Y que, en pago a ello, a muchos les siguen dando cargos en el gabinete o en aventuras legislativas mayores.
Cambios de EPN.
La crisis incontenible de la macro economía, la cercana asunción de Donald Trump al poder y la esperable andanada contra México, aunado al fracaso de varias áreas, aprietan a relevos en el gabinete federal. Se especula el regreso de Luis Videgaray Caso, esta vez a La cancillería, de la inclusión de una embajadora en la secretaría de cultura (vacante por fallecimiento), y de otros ajustes para salvar el rompimiento con Claudia Ruiz Massieu (sobrina del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien rechazó ir a Cultura).
Sin excepción, todos los cambios en el gabinete federal repercuten en las entidades, más cuando se dan los relevos en la víspera de los efectos del nuevo presupuesto federal mega recortado. El 5to año de Peña Nieto, inicia con un desgaste tremendo y una incertidumbre peligrosa. Crisis financiera y política, y malestar castrense, son coincidencia explosiva.
4.5