Y el aun gobernador, Rubén Moreira, sigue de vacaciones. En su afán simulador, que es tan de él, sus pupilos publican fotos y les ordena compartirlas, y re tuitearlas. Busque usted en las fotos nuevas ¿Dónde está Rubén?, y no hay posibilidad. Hay algunas fotos de refrito que si lo destacan, pero son de fechas anteriores a la huida política: “por la detención en España de su financiador” y por el “fraude de los aviones y vehículos por 700 millones, para cuadrar la MegaDeuda, que no cuadra.”. El famoso Guadianazo de la víspera de la Semana Santa.
Por fin admite y a medias el desgobierno del estado que obligan ajustes de cinturón luego de los recortes (varios y fuertes) al presupuesto federal y por ende a las participaciones estatales y municipales. En Coahuila es raquítico el sobrante de participaciones luego del ajuste por el servicio de la MegaDeuda heredada por Humberto Moreira y la Deuda acumulada, de Rubén Moreira, que a poco más de cuatro años, ya rebasa los veinticinco mil millones.
En su diario asociado, El Zócalo, columnea el gobierno de Coahuila, que desparecerá la Secretaría de Gestión Urbana que preside Gerardo Garza Melo, cuñado de Armando Castilla Galindo (dueño de la competencia). Cierto es que esta área es muy amplia y que se creó especialmente “para cuadrar sendos negocios de vivienda y agua” con Oscar Pimentel González, su anterior titular, y socio de Aguas de Barcelona (recuerdan los departamentos, “que les regaló” Jesús Garcia ex Gerente de Aguas de Saltillo). Esa emblemática Barcelona, como se repite (cual Karma financiero) en la vida de Los Moreira.
Desaparecer a Garza Melo del futuro local, es una cosa. Ahorrar en los ajustes en el gabinete, es buena idea. Empezar por quitar tantas áreas creadas en este sexenio, dependientes de la secretaria de gobierno y del DIF, que son innecesarias y que engordan el de por sí, obeso gobierno de Rubén.
Javier Guerrero Garcia, Diputado Federal y aspirante a la gubernatura, desde el tricolor, enfoca su presencia en redes sociales y hace caso a quienes le sugieren centrarse en temas reales y concretos. Su lenguaje aun es complicado, pero ya intenta bajar a la gente, y hace esfuerzos importantes por explicar temas tan complejos como las finanzas o el presupuesto; temas que conoce bien. La dificultad no solo está en que la gente quiere saber cosas y escucharlas de forma sencilla. La gente quiere además, ver de “que están hechos” quienes aspiran a suceder al régimen del terror, este de los dos sexenios Moreira. La gente sabe que se entregará una casa en ruinas (ruinas: financieras y políticas).
Desde el albiazul, destaca Isidro López Villarreal, Alcalde de Saltillo. Empeñado en sacar adelante sus Centros Comunitarios, (incrustados en zonas del voto duro del PRI), y en bajar fácilmente programas sociales, cuando menos para la Capital, donde el gobierna y desde donde dirige su plataforma para la candidatura al gobierno estatal. Los ataques desde Palacio Rosa y los fuegos al interior del Ayuntamiento, con el mismo “epicentro rosa”, han victimizado a Chilo y la gente lo rescata.
En estos cuatro años, Rubén Moreira ordenó acabar con todos lo programas estatales de asistencia al campo y a los pobres. Todos aquellos que inventó su hermano Humberto, dejaron de pagarse. Lo patético es que se dice que no hay dinero para ello, pero si hay para viáticos, viajes a Asia y para negocios de toda índole. El enriquecimiento es evidente y no es explicable con los salarios recibidos. Los alcaldes que invierten en el desarrollo social, permean en sus comunidades.
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