¿Dos del PAN?
Inicia la semana con eventos que pretenden cambiar la historia electoral, mover el panorama. Primero, el consejo nacional del albiazul, y de él, los 6 consejeros por Coahuila (del que hablamos ayer), donde hubo un claro ganador y otros muy rezagados. Ganó de calle Luis Fernando Salazar Fernández, Memo no participó y los aspirantes por Saltillo perdieron.
Y aunque no será el consejo nacional quién defina al candidato a la gubernatura, sino el CEN, es este un síntoma favorable (el PAN definirá en la segunda quincena de enero a su abanderado para Coahuila y lo hará subjetivamente, por designación y determinando, “al más competitivo”). Lo que quiere decir es que, no será necesariamente el más adelantado, en conocimiento y positivos en encuestas, ni el más atrasado que arriesgue el hándicap albiazul.
Isidro informó y se va…
Cómo Fidel Castro (qepd) y Vicente Fox (comes y te vas), Chilo informa y dice que se va, que pedirá licencia y será candidato a gobernador. Ayer presentó el edil sarapero, Isidro López Villarreal, su tercer informe y quizás el último, como alcalde de Saltillo (es esta la última generación de alcaldes de cuatro años, habrá un ajuste con una MiniAlcaldía de un año y luego, subsecuentes de tres, reelegibles en automático).
Todo parece indicar que, en el PAN, se deja solo a dos probables contendientes: Luis Fernando Salazar (ya con licencia del senado y en plena precampaña) e Isidro López, que tiene más días fuera de la presidencia municipal (haciendo campaña) que dentro, y que se irá al terreno electoral, a más tardar el 4 de enero.
¿Dos del PRI?
En el mismo día (y en política “no hay casualidades”), dos del PRI tuvieron fiesta. Miguel Riquelme, alcalde de Torreón y delfín Viggiano-Moreira, rindió su tercer informe y también dijo que se va, que pedirá licencia al cargo para buscar la candidatura del tricolor a la gubernatura. Un día antes dijo que “él podía ser factor de fractura en el PRI”, y eso es cierto, lo será sin duda si es “designado candidato”. Riquelme, como nadie, representa la continuidad del Moreirato, la tapadera de tanto robo, deuda y criminalidad, de los gobierno Moreira; (sin olvidar lo propio, su personal enriquecimiento inexplicable y su pésima gestión municipal).
Pasión de Guerrero.
Por la noche, en el DF, el legislador, Javier Guerrero García, presentó un libro de su autoría, que es emblemático para los tiempos que corren y para su aspiración por gobernar Coahuila y sacar al estado de la quiebra y el vandalismo. “Mi Visión de Coahuila, Origen y Pasión”, es el insinuante título del libro del Corcel Negro.
El libro será presentado en más sitios y más veces. En esta primera, son presentadores: Armando Fuentes Aguirre, cronista de Saltillo. Federico Berrueto Pruneda, analista político lagunero y empresario de Casa Encuestadora. Mario Luis Fuentes, economista, ex funcionario público y analista político, nacional.
La alternancia vs el delfín.
Entonces, en el PRI dos aventajan; Javier Guerrero, que no se conforma con el gandallismo Moreira en favor de su delfín, y el propio delfín (Miguel Riquelme), que está envalentonado por competir, aunque representa la derrota segura del tricolor y la llegada de la alternancia a Coahuila, por primera vez.
Aferrados.
El análisis anterior no exime de que, en el terreno, están ferrados; un panista y tres del PRI, que quieren competir: Memo Anaya Llamas que dice ir delante en las encuestas, pero que lleva los negativos más altos por ser el derrotado candidato en la pasada contienda y por vinculársele con Rubén Moreira ( y miren con quien).
Luego es y existe, Hilda Flores Escalera, senadora siempre activa (que ha bajado su exposición mediática, pero que está porque “la causa los une”), y Enrique Martínez y Morales (que tiene que dedicar gran parte de su tiempo a su trabajo en la delegación de SEDESOL en el vecino Nuevo León), que no quita el dedo del renglón.
Y… de casa goles, anda el diputado federal, Jericó Abramo Masso, esperando casi mudo, que se le caiga la pelota al delfín (que siente que la trae) y que le llame el profe y el avise, “que él será” y entonces “hacer un fumble”, (por balón suelto), en el último cuarto del juego”.