Elecciones Coahuila.
Ayer primero de noviembre, inició formalmente el Proceso Electoral Ordinario 2016-2017. Coahuila elegirá el 4 de junio del 2017: gobernador del Estado, 38 alcaldes para un periodo de un año, y 16 diputados de mayoría, más 9 pluris.
16 partidos juegan el conservar su registro y compiten por los cargos de elección popular. Son demasiados partidos, muchos, son oficinas de relleno, son negocios de factura Moreira (no son fantasma porque si están localizables, pero asustan igualmente).
Encuestas.
Las casas encuestadoras se han desprestigiado. Se han vendido muchas, al grado de que los “vaticinios estadísticos” de las justas pasadas y los resultados luego de las elecciones, no fueron coincidentes. No obstante ello, (y la ley del que paga la encuesta), serán estos métodos los que medirán avances partidarios, de aspirantes y de candidatos.
Por cierto, en todas las encuestas (inclusive en las tricolores), si hoy fueran las elecciones y sin candidatos confrontados, el PAN ganaría con una diferencia sobre el PRI, de entre 8 y doce puntos porcentuales. Cierto es que todo cambia cuando se decida quienes compiten (apellidos contra apellidos, son otro boleto, y otra boleta).
El PAN.
El PAN, por ejemplo, realizará tres encuestas: noviembre, diciembre y enero (antes del 4, en que los funcionarios tengan que renunciar a sus cargos). Las ordena, paga, revisa y sanciona el CEN albiazul. Luego de ello, y en razón del pacto firmado, será el CEN quien diga quien corre por el PAN para la gubernatura de Coahuila.
Seis gallos azules se pusieron de acuerdo, son hoy los 6 aspirantes oficiales a la gubernatura: Gerardo García, Silvia Garza, Marcelo Torres, Luis Fernando Salazar y Memo Anaya. Empezaron fuerte, las encuestas iniciales ponían por delante a Memo y a Isidro. Pero al pasar los meses, Gerardo y Luis Fernando, alcanzan. Silvia y Marcelo, se desdibujan para la estatal (no así para la alcaldía), aun siendo buenos gallos.
El PRI.
En el PRI, el CEN hace sus encuestas, pero ha decidido que sea la consulta a la base militante, el método de elección del candidato. Y este método se supone democrático, pero lo sería solo en el supuesto de que nadie llevara ventaja ilegítima (ilegal y alevosa).
En Coahuila, Miguel Riquelme, alcalde de Torreón, es el delfín (Viggiano-Moreira en campaña abierta desde hace más de dos años, placeado con recursos públicos, estatales y municipales). Esto no solo es antiestético y es ilegal, sino que propicia la división política, polariza y promueve el odio entre aspirantes y promueve la desbandada partidista. El PRI, consciente… ¡ cava su propia tumba!
Bajo la manga del Moreirato, hay otra carta, Jericó Abramo, alfil de Humberto Moreira. Motivo de pleito entre los hermanos, espera Abramo Masso, y apuesta, a que se le caiga el “balón Moreira”, a su enemigo Miguel. Pero el sello, tatuado en su amplio pecho, es visible y repelido.
Los NO MOREIRA no cejan. Hilda Flores convocó a los demás aspirantes tricolores y se destapó frente a sus aplausos. Enrique Martínez, sigue su promoción en medios y redes. Y Javier Guerrero, manda claros mensajes de que sigue en la pelea, pero que no aceptará el piso disparejo (que parece haber avalado el CEN del PRI). Que asimila la idea de ir como independiente. La fractura es mortal para un PRI cooptado por Moreira y desbandado en lo callado, perdido en las encuestas y entregado (por el cobro de cuentas), a la alternancia revanchista.
MORENA.
Temprano decidió AMLO y pactó con el Ingeniero Guadiana, quién, resuelto, se apeo del caballo independiente y se subió al tren en marcha, un tren “de la regeneración nacional”. Armando Guadiana está en campaña bajo la estafeta de promotor de la soberanía nacional en el estado. Claro, lo hace sin recursos públicos y sin un gobernador mecenas.
Las denuncias por el enriquecimiento, por las empresas fantasma, por los vínculos con el crimen y otras gracias del Moreirato, hechas ante la PGJE, la PGR y hasta en la Haya de Holanda, han puesto en la palestra a Guadiana. MORENA ha crecido por el trabajo de base, ha triplicado al opaco PRD.
Independientes y partiditos.
El resto de los partidos no hacen diferencia (en cuanto a triunfo electoral), jugarán a saltar la tabla, a conservar el registro y el dinero, incluso algunos, se aliarán o coaligarán, buscando escaños y regidurías de regalo. El PRD, partido que en Coahuila no tiene mayor impacto, amenaza con llevar de nuevo a Mary Thelma Guajardo como candidata (es la comadre de Los Moreira, es una cienguense amiga de Los Chuchos, pero de nula trascendencia electoral,. Si cede la candidatura a otro personaje, pudiera hacer diferencia.
Pero están los independientes, que aunque gracias a El Bronco existen en el terreno, gracias también a él, se diluyen. Evaristo Lenin Pérez, alcalde de Acuña, dice que quiere (es dueño de la UDC, partido regional, pero dice irá por la libre). Ligado a Rubén Moreira por la vía de San Alberto y la mansión, (o no), está la extraña aspiración de Luis Horacio Salinas hijo, experimento que no promete nada inusual. Javier Guerrero, de reventar con el PRI, será la nota nacional y pondrá la elección en otra dimensión.