Lo que perdió Beltrones.
Manlio Beltrones se va cual réquiem por los muertos en Oaxaca (solo se anticipa su despedida, por unas horas y por un “timing” extremo y ocasional). Pero, se tenía que ir de cualquier forma: perdió el PRI que él conducía y la derrota fue estrepitosa ¿fue acaso la de Manlio, “una derrota sonora”?
Manlio Beltrones se va cual réquiem por los muertos en Oaxaca (solo se anticipa su despedida, por unas horas y por un “timing” extremo y ocasional). Pero, se tenía que ir de cualquier forma: perdió el PRI que él conducía y la derrota fue estrepitosa ¿fue acaso la de Manlio, “una derrota sonora”?
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Manlio habría perdido más que siete gubernaturas. Perdía Beltrones más que lo que ganaba en una justa en donde el representaba al partido en el poder nacional. Perdía más que la meta que él solo se impuso, en mediática numeralia (numeralia que desdeña en su discurso de dimisión). Perdía su empoderamiento hegemónico dentro de un grupo político peñista, en donde él, era un parche mal pegado. Perdía quizás, su camino franco a la candidatura presidencial.
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Beltrones se fue apurado por la prisa institucional de acallar Oaxaca y sepultar a los muertos que, “aun frescos”, recuerdan que el gobierno se ha vuelto sordo y ciego, o confirman, peor aun, que su ceguera y sordera, son formas de gobernar. Que aunque hay caudillos y mecías en la calle, (que calientan el ambiente), el gobierno federal se ha montado en la intolerancia política y social.
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Y se logró el objetivo.
La gente habla más de la salida de Beltrones de la dirigencia del tricolor, que de las muertes y heridos en Oaxaca. Más de los sucesores en la dirigencia del PRI que de la represión a la CNTE y a los maestros protestantes. Más de las derrotas electorales y del futuro de Manlio, que de López Obrador y su rol en los disturbios y en el saldo fatal.
La gente habla más de la salida de Beltrones de la dirigencia del tricolor, que de las muertes y heridos en Oaxaca. Más de los sucesores en la dirigencia del PRI que de la represión a la CNTE y a los maestros protestantes. Más de las derrotas electorales y del futuro de Manlio, que de López Obrador y su rol en los disturbios y en el saldo fatal.
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Los Moreira se dicen contentos por la debacle de Manlio Beltrones y hasta del propio PRI. No así de la guadaña que se cierne sobre las cabezas de los gobernantes mafiosos que perdieron sus relevos ante el cumulo de atrocidades cometidas en prejuicio de los pueblos que les dieron el poder. Ven su salida con un escollo menos, bueno, ellos así lo ven porque están ciegos también.
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El final.
Difícil es que el PRI se levante de este golpe certero. La sociedad está cansada de robos y cinismos, de impunidad y soberbias. Entonces, quiere esta sociedad agraviada que los inhumanos gobernantes, sufran: juicios severos y condenas ejemplares. Que les requisen todo y el dinero regrese a las arcas. Los Moreira están a meses de saber su futuro, o mejor dicho, de comprobarlo. ¡El destino es fatal y el final está cerca!
Difícil es que el PRI se levante de este golpe certero. La sociedad está cansada de robos y cinismos, de impunidad y soberbias. Entonces, quiere esta sociedad agraviada que los inhumanos gobernantes, sufran: juicios severos y condenas ejemplares. Que les requisen todo y el dinero regrese a las arcas. Los Moreira están a meses de saber su futuro, o mejor dicho, de comprobarlo. ¡El destino es fatal y el final está cerca!
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COLUMNAS de MÉXICO... "Con ética y honestidad: Otra historia se escribe. Otro México se cuenta.