Tribunal. Un PAN dividido, ¿a quién le sirve?

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Candidaturas ganadoras.
No se requiere ser experto para saber que cuando las candidaturas son de verdad, las diferencias lo son también. Cuando un partido o sus figuras destacadas no tienen posibilidad de triunfo en una coyuntura electoral, el tema es menor, pero cuando, como en el Coahuila de hoy, el PAN puede ganar la elección, las diferencias y los protagonismos, son ciertos.

Si hoy fuera la elección de gobernador no tengo duda que el PAN (como partido), ganaría la contienda. Pero ello no se extrapola a los personajes que en su interior se disputan la estafeta. Si hoy fuera la elección seguramente las disputas internas acabarían con la ventaja y las fracturas develarían el fuego amigo que priva entre los contendientes, auspiciado por otros actores a quienes interesa ese escenario.

Bloque opositor.
Mentes brillantes en la Perla de La Laguna concibieron la idea de un bloque opositor que enfrentara la desigual pelea que significa competir con un piso disparejo. Quien tiene el cajón del dinero abierto, quien pone las reglas y viola la ley delfinado a un posible sucesor, debe ser vencido mediante un bloque que una a aspirantes del PAN, de la izquierda, de los que gustan de cabalgar independientes y de algunos disidentes del propio tricolor.

Promoverse ahora y hasta noviembre y luego medirse y apoyar al más permeado, es la premisa básica. Pero no contaban con el hecho de que el hartazgo social, el desgaste político, las evidentes pruebas del desfalco, del peculado y de la criminalidad asociada al gobierno, darían a la oposición un avance que los posiciona por delante de cualquier aspirante oficial, o tricolor.

Entonces, en lugar de unirse, empezaron a golpearse por debajo de la mesa. Cayeron en el juego “del cicuta divisor”, y se desgastan antes de poder. La pregunta es sencilla  ¿a quién sirve un PAN dividido, a quien, un bloque opositor fracasado, antes de ser?

Reformas a modo.
La reforma a la ley electoral del estado tiene claros destinatarios. Jugar con que hay candados para independientes y luego que no, es una distracción de la lumbre  que viene de Texas y que ya calienta el ambiente. Pero además, tiene tanto que ver con esta idea de fractura de la oposición y de resta de votos en la contienda ¿Quiénes pueden ser independientes y restar votos al PAN, los Pérez, Lenin y José Ángel, por ejemplo?

Pero hay más, otros goles en la ley se distraen con los independientes, como repartir candidaturas y votos entre los coaligados, el porcentaje para conservar el registro de partidos chiquillada, la reelección de alcaldes, etc. El gobierno y su congreso local, siguen haciendo leyes como si se fueran a quedar otro sexenio y violentan con ello las reglas y complican la convivencia política. Quizás sea la idea, ¡enzoquetar el proceso, y que a río revuelto…!

 
COLUMNAS de MÉXICO… “Con ética y honestidad: Otra historia se escribe. Otro México se cuenta.
 
 

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