Es evidente que los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y los magistrados del Tribunal Electoral (TRIFE) tienen diferentes formas de ver la democracia.
Distintos expertos en materia electoral como lo es Eduardo Huchin destacaron que el desencuentro es evidente. “El INE quiere hacer las cosas más a tono con la legalidad y con la protección de la equidad, pero el tribunal va en sentido contrario, favoreciendo –en la mayor parte de los casos importantes– al partido en el Gobierno”.
Ambos órganos difieren en criterios como la fiscalización de campañas políticas, líderes en spots y cancha pareja, así como en principales diferencias para impulsar candados que eviten el uso electoral de programas sociales y mecanismos que eviten la promoción personalizada con fondos públicos.
Otro experto en la materia, Alfredo Figueroa, exconsejero electoral, consideró que el conflicto menoscabará la capacidad de ambos organismos para garantizar elecciones limpias.
El ex-consejero comentó que “vamos a ir a una elección donde el proceso de fiscalización ha dejado de ser un elemento que ayude a la equidad de la competencia política. Nos vamos a enfrentar a un proceso a partir del secuestro de dos instituciones públicas que tienen la enorme responsabilidad de establecer garantías democráticas en el país”.