El próximo año más de la mitad de la población mundial será convocada a las urnas, por lo que será un tiempo muy importante desde el punto de vista geopolítico. Entre los 76 países donde se celebrarán elecciones, destacan Estados Unidos, India, Indonesia, Pakistán, Brasil, Bangladés, México y Rusia. También habrá que seguir la votación en Corea del Sur y la renovación del Parlamento Europeo.
Los expertos le han llamado un “tsunami electoral”, que no se repetirá hasta el 2048. Se estima que más de 4,200 millones de personas, se verán afectadas por los resultados en las urnas. Limitándonos a las elecciones nacionales, ya sean presidenciales o legislativas, habrá 56 países llamados a votar, y representan más del 40% del producto interno bruto mundial.
Sin embargo, en al menos la mitad de estos Estados, es probable que no conduzcan a cambios significativos, en la estructura gubernamental de quienes ostentan el poder. Debido a que las consultas no serán libres ni verdaderamente democráticas, dadas las leyes contra la libertad de expresión o asociación, presentes en muchos regímenes. Según un estudio publicado por The Economist, donde se indica que el voto será justo y libre en tan solo 43, de los 76 Estados.
Sin embargo, el evento más popular será, sin duda, las elecciones presidenciales de Estados Unidos. A menos de un año de este proceso, el consenso en torno a la figura de Joe Biden, parece vacilar. Todo causa una gran expectativa, y se avizora un panorama político en constante evolución, y un 2024 que promete estar lleno de incertidumbres y sorpresas. Por lo tanto, la fase preelectoral será seguida con gran interés para comprender la dinámica potencial de la votación del 5 de noviembre.
El resultado de la votación en Estados Unidos podría dar lugar a cambios significativos a nivel mundial, especialmente en lo que respecta a las consecuencias geopolíticas. También es muy probable que el éxito del Partido Republicano, aumente las tensiones con China y afecte la participación de Estados Unidos en el grupo de la Unión Europea, con menos apoyo a Ucrania, y en Oriente Medio.
Pero también hay otras elecciones que podrían cambiar el equilibrio geopolítico mundial, las votaciones rusas. Que se llevarán a cabo en marzo, donde es un hecho que se reelija a Vladimir Putin, lo que será posible gracias a una enmienda constitucional que le permite permanecer en el poder hasta 2036.
En Latinoamérica hay gran expectativa sobre las elecciones en El Salvador, y si obtendrá el triunfo y apoyo popular Nayib Bukele el 4 de febrero. Y en México se estima que será el proceso electoral más grande que ha tenido el país, con la celebración de las elecciones federales, y a nivel local, en los 32 Estados, además se espera que llegue a la presidencia la primera mujer.
Con respecto a las elecciones europeas, en las que se convocará a votar a los aproximadamente 400 millones de electores de los 27 Estados miembros. Se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio del año próximo, considerada la mayor elección transnacional del mundo, pues servirá para decidir quiénes ocupan los 705 escaños del Parlamento Europeo. La renovación de los legisladores también incide en cambios en la cúpula de la Comisión Europea y el Consejo Europeo.
La ronda presidencial arrancará en Taiwán el 13 de enero de 2024, con una votación que marcará el futuro de sus relaciones con China. Mientras que será cerrada por Estados Unidos, donde una posible reelección del expresidente Donald Trump podría desencadenar reacciones impredecibles en todo el mundo.
A esto se suman las dos guerras en curso y las persistentes tensiones entre las superpotencias mundiales, en un contexto macroeconómico ya de por sí complejo de descifrar.