El banco central del país prohibió los pagos directos e indirectos con criptomonedas y criptoactivos, en una inusual posición sobre el mercado de monedas virtual.
En un anuncio publicado en el boletín oficial del Estado, el ente justifica su decisión en los riesgos de las transacciones. “Los proveedores de servicios de pago no podrán llevar a cabo sus transacciones de forma que los criptoactivos se usen de forma directa o indirecta en la prestación de servicios de pago y emisión de dinero electrónico”, señala el comunicado.
El banco central añadió que los activos digitales “no estaban sujetos a ninguna regulación ni a mecanismos de supervisión de ninguna autoridad regulatoria central”, entre otros riesgos mencionados.
Caída del bitcoin
La decisión, que fue criticada por la oposición, entrará en vigor el 30 de abril. Y este viernes el bitcoin llegó a caer hasta un 4,5% justo después de conocerse el veto. No obstante, la moneda se caracteriza por su volatilidad y volvió a subir poco después.
La decisión podría estancar en Turquía el mercado de criptomonedas, que ha ganado impulso en los últimos meses con inversores sumándose a la remontada global del bitcoin para protegerse de la devaluación de la lira turca y una inflación que alcanzó el 16% en marzo.
De hecho, el banco central turco había anunciado a finales de 2020 la futura creación de una criptomoneda nacional, que se incluyó en la hoja de ruta económica del gobierno 2019-2023.
Y esta semana Royal Motors, que distribuye autos Rolls-Royce y Lotus en Turquía, se convirtió en el primero en el país en aceptar pagos en criptomonedas.
Los volúmenes de comercio de criptomonedas en Turquía alcanzaron 218.000 millones de liras (US$27.000 millones) desde inicios de febrero hasta el 24 de marzo, frente a poco más de 7.000 millones de liras en el mismo período de 2020, según datos de la firma estadounidense Chainalysis, analizados por Reuters.
REUTERS.