En un escenario democrático, una mala noticia significa que la oposición al régimen se debilite.
Los equilibrios de poder, los contrapesos para el poder, son necesarios para que los excesos no desvíen la ruta nacional, germinando totalitarismos extremos y hasta regímenes dictatoriales.
La política a la mexicana es débil, no elegimos a los candidatos en los partidos, y en estos, no hay democracia interna, real, y casi todos los institutos tienen dueño, aun temporal (el presidente o gobernador en turno, los caciques regionales y otros).
Elegimos de entre los que los cotos de poder seleccionaron, la oferta, manoseada, implica escoger de lo que hay, tantas veces al que nos parece menos malo (en una campaña ofrecedora y maquillada, la realidad es opaca).
Democracia a medias
En México, una vez que se elige al presidente, a un gobernador o a un alcalde, termina la intervención social (la del gobernado elector). De ahí en adelante, la discrecionalidad del elegido es total.
Desde el primer minuto de mandato, el presidente y gobernador hacen lo que quieren, no significa todo malo o desviado, pero sí, a su libre idea de las cosas y hasta con tendencias personales y de humor.
“Por eso… y muchas cosas más”, los poderes Legislativo y Judicial, autónomos de verdad (¿existen?), son necesarios y hasta elementales.
Las fiscalías de justicia y administrativas, los órganos de trasparencia, electorales y anticorrupción, son de obligada construcción: autónoma, civil, apartidista, con amplias facultades. Morales y éticas.
Las alianzas
Aliarse y coaligarse son formas legales de competir contra un hegemónico o contra caciques y facciosos.
Los gobiernos autoritarios que se quieren perpetuar vía incondicionales, son alternativa para la alternancia inducida por la sociedad organizada.
Solo que la sociedad mexicana es corta de memoria, es acomodaticia y clientelar. Le dan migajas y aplaude como foca, la roban y luego le sonríen aun hipócritamente, y se acomoda.
Si un PRI añejo, corrupto y maloliente te defraudó por 90 años, envejeciste (envejecimos) votando por el secuestrador. Entonces te hartas y gritas y le das dos sexenios al PAN, y luego, vas por una tercera vía: Morena.
¿Hay una lección ahí?, el voto es el la llave del candado, para abrir o cerrar puertas. El voto es cíclico y, en una realidad ideal, ¡no hay referendos anímico y electorales a los mentirosos y corruptos!
¿Qué pasa ahora?
El PRI se convirtió en la corrupción hecha poder, en asociación criminal, en la impunidad institucionalizada. Sus cuadros distinguidos son como Alito, Moreira y Viggiano, la ralea que “dirige” en ese nido ponzoñoso.
El PAN se fue extraviando, olvidó principios y dejó de ser oposición autónoma. Se echó en brazos del PRI, abrazando lo sucio de aquellos sus enemigos, confirmando la negada advertencia de que existía un PRIAN.
El PRD fue saboteado por su fundadores, las tribus y los protagonismos lo consumieron, la gente dejó de verlo alternativa de izquierda. Ellos también perdieron el asco a la cloaca del PRI.
MORENA surge sin usar la palabra partido, quemada y agotada (se dicen “movimiento”). Llegaron al poder por el encabronamiento social radicalizado. Al gobierno le llaman Transformación, y es que la idea de gobierno, también es término y esencia de mal gusto ciudadano.
Triste realidad
Morena empezó con ideales pero con una construcción interna revuelta de todo aquello que dijeron repudiar. Un PRI viejo hecho ya no tricolor sino moreno. En 4 años de gobierno federal, hay tantos defraudados como seguidores. Ha ganado terreno en gubernaturas a fuerza de torcer la justicia y del “fantasma narcoelector”.
El PRI se desfiguró y recogemos los pedazos, agoniza a méritos propios de los corruptos en su control y en los gobiernos que ha dirigido (le quedan 2 y se despide de ellos).
El PAN se divorcia del PRI, para bien, pero se desmorona de sí mismo. El PRD navega al garete, sin más que existir políticamente pero desaparecer electoralmente.
Movimiento Ciudadano surge como alternativa nacional, hasta ahora de importancia regional. Hay sitios donde manda (Jalisco, Nuevo León) y otros donde es pobre comparsa (Coahuila, por ejemplo).
Última oportunidad
La muda de dirigentes es elemental en la encrucijada de aquellos exaliados Va por México: en el PRI, en el PAN y en el PRD. Era en MORENA necesaria la purga pero decidieron prolongar la quemada dirigencia.
En 9 meses se eligen Coahuila y Edomex, 31 congresos y alcaldías, la presidencial ya se soltó y es simulada e ilegal. En 2024 se eligen senadores y diputados federales, 9 gubernaturas, varias ya emergidas de MORENA.
Última oportunidad tienen los partidos para renovar sus plataformas electorales, acercarse a la gente sin mentiras ni simulación. Sacudirse alimañas e indeseables. Desterrar la corrupción y la soberbia.