Felipe Calderón desató a un monstruo pavoroso que ha bañado de sangre al país, que destrozó familias, que ha convertido a la nación en una fosa clandestina, que ha estimulado los desplazamientos forzados y ha cobijado la impunidad, Enrique Peña Nieto continuó cómodamente con el modelo calderonista dando la espalda a las posibles soluciones. En cambio el presidente López Obrador ha tomado el asunto en un sus manos buscando un cauce para encontrar la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias.
En ese contexto de desahucio total, la Comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michel Bachelet está en México para constatar personalmente el drama de las personas desaparecidas, que se estima pueden superar los 40 mil en todo el país.
La visita a Saltillo este fin de semana se realizó en la Casa San José, de la Diócesis de la ciudad, ahí se encontró con representantes de 25 colectivos de Estados de Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Zacatecas, Veracruz, Ciudad de México, Jalisco, San Luis Potosí, Sinaloa, Chiapas, Nayarit y de países como Honduras y El Salvador con el conocimiento por parte de Bachelet de la lucha sin tregua de los familiares de desaparecidos de Coahuila que sobrepasó las fronteras del país, miembros del Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios y Fundec declararon el año pasado: “Lo hemos intentado todo, impulsando una serie de iniciativas en Coahuila para la generación de políticas públicas de atención a familiares de personas desaparecidas, y para la búsqueda y la investigación penal de estos crímenes”.
Los diagnósticos realizados por especialistas internacionales publicados hace un año, evidenciaron la falta de “voluntad” de los gobiernos del moreirato para darle avance a las investigaciones sobre las atrocidades registradas en la entidad y denunciadas por los familiares de los desaparecidos.
Michell Bachelet refrendó el compromiso de continuar con el trabajo de la Oficina de Naciones Unidas en México, para seguir detonando procesos relevantes y buenas prácticas en las entidades federativas, sostuvo que lo peor que le puede pasar a un pueblo es ser víctima de la impunidad porque las heridas del pasado requieren de la verdad y la justicia aquí y ahora, además manifestó que conoce muy bien el caso de los 43 de Ayotzinapa.
En su estancia en Coahuila las denuncias a la Alta Comisionada de la ONU destacaron la simulación de autoridades e instituciones locales, porque no hay ningún resultado tangible sobre el paradero de sus familiares, la falta de autonomía y de profesionalismo de autoridades judiciales, aunque se generen nuevas instituciones, se hacen nuevos cargos políticos, se reciclan funcionarios públicos de una institución a otra, todo con nulos resultados. No hay ninguna acción que conduzca y lleve a una pronta localización y no hay quién pondere las condiciones de los hijos y de las hijas de los desaparecidos, sostienen los afectados.
Ayer, el presidente de la República firmó con la Comisionada Bachelet un acuerdo para capacitar a los elementos de la Guardia Nacional aunque además se incorporan elementos que reforzarán el carácter civil que debe tener un cuerpo de seguridad, así como un mecanismo de participación ciudadana, construcción de indicadores, mayor transparencia, rendición de cuentas, dignificación y la profesionalización de la función policial.
Al terminar su visita a México Michelle Bachelet admitió que se va del País sorprendida por el nivel de las violaciones cometidas y enfatizó que México tiene cifras de homicidios propios de un país en guerra, ante lo cual, sostuvo, existe un gran reto en el federalismo del país, pues es más complejo coordinar a actores de los tres diferentes niveles de Gobierno.
Confirmó además; “Ustedes tienen leyes de todo, en México no faltan leyes, sino que hay que implementarlas, hay que hacerlas realidad, y esa implementación se hace mucho más compleja cuando se requiere que no sea sólo a nivel presidencial”.