La prestigiada periodista y columnista, maestra Rosa Esther Beltrán Enríquez, fue demandada “por la reparación del daño moral”, (en la vía civil), por el abogado Ariel Maldonado Lesa (el amigo desde la infancia y compadre de Humberto Moreira). Recién ayer fue notificada la señora Beltrán de esta actitud del “compañero en las filas de MORENA”.
Alude el abogado Maldonado, en el cuerpo de la querella, que una nota publicada en dos medios escritos (“Vanguardia” y “Espacio IV”), y firmada por la demandada, afecta su buen nombre, y que ese daño moral debe ser reparado de diversas formas: Desapareciendo los artículos que lo mencionan, borrando toda huella en internet de los mismos y pagando una cantidad monetaria no especificada.
Está claro que a más de ser Ariel Maldonado, el asesor legal de su compadre Humberto, el compadre Moreira por su parte, tiene vasta experiencia reciente en asuntos de demandas, en un sentido y otro (contra él y de él en contra de periodistas), de tal suerte que el compadrazgo reporta dividendos, en estos casos. “Yo” te digo como demandar, “y yo” te digo a que artículos apelar.
Ariel Maldonado Lesa y su leal, Javier Plata, son activistas en MORENA delegación Coahuila (a supuesta instancia del profe), a donde pertenece la señora Rosa Esther, desde su fundación, y de antes con AMLO en toda su carrera. Recordemos que Beltrán Enríquez fue mencionada como una de las posibles para ser candidata a la gubernatura por ese nuevo partido, y que Plata le disputaba (por catapulta de Ariel), esa posición. Pero para sorpresa de ambos (eso creemos), llegó el Ingeniero Guadiana, pactó con López Obrador, y…, se les acabó el corrido.
La libertad de expresión tiene dos sentidos, de ida y de vuelta. El escribiente sabe a qué se atiene si dice cosas que no son ciertas, pero si lo son, no hay delito que perseguir, (y hay recursos de defensa y de contrademanda). Y desde el gobierno, las empresas, o despachos y la sociedad, debe mediar un respeto a la libertad de expresarse en los medios y en artículos editoriales; libertad de prensa.
Los periódicos que publican artículos están protegidos por la reserva de que lo escrito es responsabilidad de quien lo hace y no de quien lo publica, salvo cuando son de línea editorial o notas “Por la Redacción”; estas son atribuibles directamente al medio publicador. También es cierto que las casas editoriales deben defender a sus fuentes y a sus columnistas y autores, según sea el caso.
Vivimos tiempos complicados en México y en Coahuila: políticos muy sueltos, gobiernos antidemocráticos, corrupción e impunidad, y ataques directos a la libertad de expresión (lo que significa un franco retroceso como sociedad y como país). Hay casos muy graves en el país, que por desgracia no son pocos, de muertes extrañas de reporteros o columnistas. Una sola muerte, un solo caso, significan un drama nacional; y hay tantos.
Debemos condenarlos, y estar atentos a cualquier amenaza latente, y ante ella, atraer la atención mundial, para contenerla y denunciarla. No escatimar esfuerzos y alianzas para dejar en evidencia a cualquier atentador de la libertad de prensa y sobre todo, de la vida de un periodista.
Quienes conformamos el equipo de ColumnasdeMexico.com, nos solidarizamos con la señora Rosa Esther Beltrán Enríquez, quien es, para privilegio nuestro, articulista regular en este Periódico Digital. Le ofrecemos afectuosamente a Rosa Esther, todo nuestro apoyo en este momento ¡en que se reta su vida profesional!
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