El presidente viene a Coahuila por tercera vez desde que llegó al poder.
En otras condiciones y sobre todo, en otros tiempos, cualquiera podría asumir que el gobierno de Coahuila es consentido del régimen y que, la entidad goza del afecto especial del presidente de la república. Pero NO, en ninguno de los casos hay tal.
López Obrador viene a esta Gira (3 al 5 de mayo. A Monclova, Sabinas, Acuña y Piedras Negras), con su propia agenda temática nacional y lo hace a Coahuila por intercesión de Armando Guadiana Tijerina, asesor presidencial en temas energéticos (y políticos).
¿Cómo pedir a un mandatario que ignore los agravios sociales del Moreirato, los agravios a la política, el endeudamiento corrupto y desproporcionado que ahoga la economía local, que desvíe la mirada de la criminalidad auspiciada desde el gobierno, que olvide la corrupción gubernamental y las empresas fantasma, que desconozca la ilegitimidad del gobernador Riquelme que llega al poder por oficios electorales indeseables de Rubén Moreira y por la validación de los desaseados tribunales, que manoseaba Peña Nieto?
Una cosa (terrible y despreciable) son los perdones de AMLO y otra muy distinta, que, a más de perdonar, sea ciego el presidente a distinguir a lo lejos, a los gobiernos más corruptos e impunes del país, y de ello, a los pueblos empobrecidos por la corrupción, como Coahuila.
Todo cambia
Cambió el sexenio, cambió el partido gobernante, cambió la ideología imperante, cambió el presidente y con él, va cambiando todo el gabinete federal.
Cambió también el sentido del quehacer. Las formas de cómo se piensa, actúa y trabaja, son diametralmente distintas a todo lo visto. No necesariamente mejores.
Ya no hay recepciones en aeropuertos porque el presidente viaja en aviones de línea. Los medios a la antigua, dicen que se pierde tiempo por no viajar en aviones particulares (los del gobierno o los de los proveedores… como sucedía cuando pensaban diferente). Entonces, se ganaba tiempo, quizás, pero se perdía dignidad y austeridad.
La agenda de las giras presidenciales no es operada por los gobernadores como los recursos presupuestales no se entregan a discreción a los gobiernos (menos aun los del desarrollo social). Para ello se inventaron los SuperDelegados.
En Coahuila la cosa se puso peor, en la gira pasada por Saltillo (19 de febrero, el presidente vino a un evento militar). El gobierno usó la agenda para copar la llegada y el recorrido del presidente, con grupos de lideresas y cetemistas y más, que exigían dinero al mandatario.
Ahora (en esta nueva Gira de AMLO), no hay agenda exacta y los pasos del presidente, son desconocidos al estado.
Asuntos y “pendientes”
Los ajustes del nuevo gobierno a temas de corrupción y los recortes presupuestales son pretexto para que el gobierno del estado construya un agenda con el presidente. Una que le deja como responsabilidad unilateral, para la solución de problemáticas locales. Por ejemplo:
- Gobiernos del Moreirato usaron a la PRODEMI como el negocio semanal (comisiones a productores por venta a CFE, venta por prestanombres de Los Moreira, venta por Los Zetas, todo a cuentas personales). Por ello, CFE dejó de comprar carbón. La región productora, reciente.
- Las guarderías sin presupuesto por haber reportado miles de niños fantasma.
- La franja fronteriza y sus beneficios a municipios que la conforman y el criterio de tener territorio colindante con el Río Bravo, deja fuera a parte de Los Manantiales.
- Los beneficios municipales del Fondo Minero, que desaparecía Rubén Moreira (y Riquelme) y ahora cancelaron.
- La ampliación de los carriles de los puentes internacionales y los proyectos de nuevos puentes en Acuña y Piedras Negras. El inventado paso fronterizo en Jiménez.
- La entrada libre de acero asiático y el arancel gringo al acero mexicano, estorba los negocios de Ancira, Salinas y Moreira. Ello perjudica la economía de la región.
- La presa Rompepicos que mantienen en proyecto, para evitar inundaciones en Piedras Negras. Postergada por gobiernos anteriores.
Lo que no le dirán a AMLO
La inseguridad para ganaderos de la norte, carbonífera y centro. Carteles consentidos del estado y otros nuevos que entran a balazos, han hecho insegura la vida. Los muertos se acumulan. Secuestros, tráfico de droga, personas y órganos, es pan diario.
La Ribereña, de Piedras Negras a Laredo, es tierra sin ley. Los polleros, los narcotraficantes y los malandros en general, actúan libremente. El abigeato es un problema grave, se meten a los ranchos y hacen destrozos.
La pobreza que el PRI y su gobierno en Coahuila han generado, no se puede resolver de la noche a la mañana. Hay miseria urbana en las orillas y hay un campo en el abandono.
El abundante agua de la región norte y de Los Manantiales, fue regalada a una cervecería trasnacional. Están respetando los pocos contratos firmados con técnica de Fracking.
Entonces
López Obrador si es responsable, como gobierno federal, de solucionar algunos temas mencionados, pero no de lo que la corrupción generó. Sus tiempos, nacionales y políticos, tienen prioridades. No necesariamente nuestros problemas están en los folders de arriba. En esta Gira, no asumirá, creo yo, ninguno de los dos tipos de problemas. Él viene a sus temas y a ellos se concertará.
El gobierno estatal seguirá pidiendo préstamos y restructurando la MegaDeuda y el pueblo de Coahuila, agachado y conforme, seguiremos apechugando a los dos bandos.