Esta pandemia del Covid 19 que azoto al mundo entero, sin duda nos cambio la vida a todos.
Esta Nochebuena no será como tal en muchos hogares de todo el mundo, tendrán sillas vacías en su mesa, que antes arreglaban con tanto esmero, hoy no será así, este virus nos separo a todos, los hogares no estarán llenos de nuestras familias, familiares y hasta amigos de los que les gusta andar de peregrinos por las casas y donde son bienvenidos en todas, porque es un día de alegría donde hay cabida para muchos, de comida ni se diga siempre hay para darle a alguien más de comer y hasta sobra para el día siguiente la Navidad donde se sigue la unión familiar y de amistad.
Hoy muchos ni siquiera pueden viajar para visitar a sus familias, será virtual también este día de Nochebuena lo mismo la Navidad, no habrá más alboroto, ni esos fabulosos recalentados donde la fiesta sigue ¡no! Hoy no es así, hay demasiado luto en el mundo más de un millón y medio de hogares han tenido una pérdida o varias en la misma familia, México no es la excepción más de 120,000 hogares han tenido una o varias pérdidas por este virus, por desgracia en México no hay cultura de orden y responsabilidad ni siquiera entre las autoridades existe tal, por eso hacen fiestas masivas.
Entre los jóvenes menos responsabilidad tienen, siguen en antros, en diferentes reuniones, posadas, no quieren entender la gravedad de este virus mortal para muchos, con secuelas para otros.
En cada cambio de siglo sin duda se ven grandes cambios de todos geológicos, de salud, sociales, culturales y este siglo XXI no ha sido la excepción ya lo estamos viviendo el mundo.
Este virus que transformó al mundo entero y donde existen varias teorías de cómo se formó y se expandió tan rápido, el caso es que está presente una diminuta partícula como este virus del Covid 19 y como nos tiene separados, con la economía destrozada a nivel mundial; ahí se descubrió que ningún país del mundo estaba preparado en su sistema de salud para un evento de estos.
AGRADECIMIENTO EN ESTA NAVIDAD
Sin duda esta separación familiar nos ha hecho reflexionar y lo más preciado no son los regalos materiales de ningún tipo, sino pedir por la salud de quién queremos y sin duda esta no tiene precio, las familias que aún las tenemos completas a pesar de este terrible virus debemos estar eternamente agradecidos.
Yo perdí en mayo a uno de mis mejores amigos y otro buen amigo hace ocho días también partió de este mundo, no pudo superar el daño en sus pulmones a consecuencia del Covid.
Para mí, está Navidad está marcada a los amigos se les extraña, pero la pérdida de un familiar cercano o varios como les ha tocado vivir a muchas familias, ni pensar en el dolor, de ese que dan piquetes en el alma.
Esta Nochebuena y Navidad demos gracias a Dios por seguir teniéndonos con vida y la de nuestras familias, que muchas de ellas no corrieron con la misma suerte por lo tanto sus sillas en la mesa estarán vacías, aunque no sean reuniones grandes como muchos acostumbrábamos al menos rodeados de nuestra familia más cercana, esas sillas nunca más volverán a estar ocupadas por el familiar que perdieron con este virus.
Mis deseos para todos ustedes, primeramente que tengan salud en abundancia, lo demás caerá por añadidura, que nunca los alcance el virus, que su corazón siga albergando mucho amor, para quien los rodea, tengan paz en su alma, que si tienen que pedir perdón a alguien de quien un día se alejaron un tiempo de ustedes tengan la humildad de hacerlo, hoy más que nunca este virus nos vino a enseñar lo frágil que es la vida y como se puede perder de un momento a otro.
Que esta Nochebuena sea realmente buena y mañana vivan la Navidad con el agradecimiento de estar vivos y si está completa toda su familia con mayor razón.
Hoy termino mi columna diferente les mando un fraternal abrazo y que su luz ilumine a quien aman.
Que tengan una Navidad espectacular no importa el número con quien compartan mesa, celebremos el estar vivos y vivir nuevamente un año más de este año que nos salió bien sabe cómo, hasta parece que lo hicieron los chinos, salió muy descompuesto y ni cómo darle reversa.
Yo opino ¿y tú?
Rosa Ofelia Garza de la Peña