La Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) es una de las instituciones de banca de desarrollo, sectorizada a la SHCP, cuya misión es financiar el desarrollo rural mediante el otorgamiento de créditos a los productores y a quienes participan en la cadena de valor del sector agropecuario.
Sus orígenes datan de 1926, con la creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola, S. A. Con el paso del tiempo, la FND fue evolucionado hasta convertirse en 2003, con un novedoso e innovador modelo, en Financiera Rural, para finalmente adquirir su nombre actual una década después, producto de la Reforma Financiera.
La FND debuta este año como una quinceañera jovial, confiable y saludable. Por sus recientes aciertos, es merecedora de la confianza del Banco Mundial y del BID, con quienes descuenta importantes líneas de crédito. Autosuficiente, sólo recibe una mínima asignación presupuestaria federal, principalmente por conceptos de apoyo en tasa al Pequeño Productor y para fondos de garantía.
Esta institución no compite con la banca comercial, sino que la complementa. Pero sí le arrebata clientes al agio, práctica muy socorrida en el medio rural. Sus víctimas pagan tasas de interés altísimas –más del 200% anual, en ocasiones. Por ello difícilmente tienen flujo para comprar de contado y deben hacerlo a crédito, en abonos semanales ofertados por engañosas tiendas, que acaban cobrando tasas de tres dígitos.
Ésa es, en el fondo, la tragedia de muchas familias del sector rural.
Con tasas de un solo dígito para el Pequeño Productor y la Producción Primaria, la Financiera Nacional rompe ese círculo vicioso y permite a sus acreditados contar con flujo para negociar compras de contado.
La FND también es ejemplo de austeridad. En 2017, la colocación crediticia pasó de 35 mil a 70 mil millones de pesos, prácticamente sin aumentar personal ni infraestructura, y el edificio corporativo no paga renta porque es propio desde hace más de 50 años.
Con cinco oficinas regionales y 95 agencias de crédito en las principales regiones del país se abarca la mayor cantidad de beneficiarios posible en “primer piso”. Además, hay medio millar de intermediarios financieros para coadyuvar en la colocación de los créditos.
La FND se seguirá consolidando como una institución para combatir la pobreza y crear riqueza en las zonas rurales de México. Más de un millón de créditos en apoyos a casi tres millones de mexicanos la han convertido en ejemplo de éxito y motivo de orgullo nacional.
Este 2018 la quinceañera está lista para bailar el vals y seguir contribuyendo al desarrollo del campo mexicano.