Esta semana, en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario habló de dos campañas prioritarias para el gobierno de México que son reflejo de dos programas de suma importancia para el régimen y que pretenden fomentar una vida sana, en todo sentido: prevención y atención de adicciones, además de una que promueve la sana alimentación y activación física.
En este mismo sentido, el sábado, el vocero del gobierno, Jesús Ramírez Cuevas, publicó en sus redes sociales un video que justo toca el tema de las adicciones y el de una vida saludable de manera integral como prioridad para los mexicanos.
En este espacio justo venimos poniendo el dedo en ambos renglones, el de la salud basada en un estilo de vida que nos haga volver a los conceptos clásicos de los griegos, mente, cuerpo y espíritu en equilibrio y, el de las adicciones.
Si consideramos, sin fanatismos teológicos, sino basados en evidencia, que los seres humanos somos energía (espíritu o alma como desee llamarse), cuerpo y mente, es claro que debemos tener hábitos, usos y costumbres para mantenernos en equilibrio y saludables en cada uno de los aspectos que conforma nuestro ser.
En los 33 años que tengo de ejercer el periodismo y la comunicación en sus diferentes expresiones, así como el tiempo acumulado que llevo practicando mis otras dos actividades productivas, la de especialista en adicciones y la de promotor deportivo, estos temas relacionados con la salud integral eran objetivos aislados y en muchos espectros, subestimados en un marco de sociedades consumistas, industrializadas y con usos y costumbres que fomentan el sedentarismo y la alimentación comercial y procesada (por no llamarle chatarra), así como el uso del alcohol como forma aspiracional del éxito.
Baste echar una ojeada a los periódicos de los 80´s y los 90´s para ver cuáles eran los mensajes prioritarios en la sociedad, donde la nota policiaca, la deportiva llena de noticias del negocio del fútbol y otras disciplinas comercializadas, el mundo del espectáculo, la nota nacional y las páginas de política eran lo que consumimos quienes leíamos la prensa escrita.
Las notas del deporte amateur, de la cultura física como disciplina o forma de vida y, las de alimentación saludable, solían ser suplementos especiales, secciones semanales o productos esporádicos en la industria editorial, sin espacios en la radio y la televisión.
Y del despertar de la consciencia, de la importancia del desarrollo espiritual, mejor no hablamos, pues en las décadas pasadas solían asociarse con dogmas o religiones y se limitaban a espacios comprados por las diferentes iglesias en los medios masivos, en el marco de una sociedad laica.
La misma suerte corrían los temas relacionados a la medicina alternativa, el yoga, la meditación, la acupuntura, la homeopatía y similares, que además de ser estigmatizados, tienen espacios muy reducidos de difusión.
Mismo caso de las adicciones que, salvo campañas reducidas de alcohólicos anónimos, carecían de espacios en los medios de comunicación masiva.
Si la cultura de la sociedad, así como sus usos y costumbres, pudieran ser un reflejo de la difusión de los medios masivos, ahí está la agenda de los 80´s y 90´s.
Fue quizás con la aparición de la internet, en la segunda parte de la década de los 90´s, cuando se comenzó a ampliar no sólo la comunicación por diversos canales, más directos e inmediatos, sino que, con la llegada del siglo 21, en los 2000 la agenda comenzó a diversificarse hasta este 2020 en el cual las redes sociales en muchos aspectos han desplazado a los medios tradicionales y los temas referidos han encontrado afortunadamente espacios de mayor impacto.
Siempre reconoceré el liderazgo de Milenio que, desde hace seis años nos abrió esta sección de “La alegría de vivir”, en la que justo abordamos los temas que antes eran tabú o estigma y que hoy, afortunadamente es fácil de encontrar en la super carretera de la información, en la radio, la televisión y la industria editorial.
La salud basada en un estilo de vida, la prevención y atención de adicciones como un aspecto de salud pública, el despertar de la consciencia y el desarrollo humano son, hoy por hoy, temas tan importantes como la economía, la industria y la política.
Por ello aplaudo que el gobierno de México tenga estas dos campañas como su prioridad en materia de difusión y ponga el tema en el centro del debate, en este año en que la pandemia del coronavirus nos expuso a nuestras propias carencias y observamos como en México la obesidad y la diabetes fueron dos patologías de comorbilidad para incrementar el número de defunciones por el Covid19, a la vez de que suponemos los trastornos mentales y el incremento en el uso, abuso y dependencia de alcohol y drogas ha crecido, aunque no tengamos índices claros para medirlo.
En ese contexto, que mejor que emprender programas de prevención y promoción de la salud desde un enfoque holístico, además de llevarnos al debate de las costumbres que debemos cambiar los seres humanos y que tuvo que llegar una pandemia para que nos diéramos cuenta del peligro de permanecer en una zona de confort que estaba arrojando enfermedades de todo tipo en los ciudadanos del mundo actual.
¿Las drogas nunca tienen un final feliz? ¡Gran verdad! ¿Nos falta cultura física y de sana alimentación? ¡También! Pongámosle pues acción y busquemos una vida sana, en todos sentidos.
Sobre estos temas seguiremos abundando en este espacio semanal. Buena semana a todos.
https://www.milenio.com/opinion/omar-cervantes/la-alegria-de-vivir/una-vida-sana-en-todo-sentido
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