La presa Palo Blanco debe ser derribada, luego de que la Conagua determinó que nunca fue una obra autorizada por la dependencia y bloquea el paso de las aguas que controla la Federación, dijo Guillermo Barrios, director local de la Conagua en Coahuila.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) dio a conocer que desde hace varios meses urgió al Gobierno de Coahuila a derribar la construcción de la presa Palo Blanco, ubicada en el municipio de Ramos Arizpe y que desde su construcción se detectaron varias anomalías importantes.
El gerente local de la Conagua, Guillermo Barrios, expuso que la presa fue construida durante la administración de Enrique Martínez y Martínez sin contar con los permisos de la dependencia nacional, además con una construcción deficiente que no es efectiva para el tamaño de la obra y la ubicación en la que se eligió construir la presa con la finalidad de recargar los mantos acuíferos.
Precisó que la dependencia a su cargo ya envió desde hace meses la petición para que ésta sea demolida por el Gobierno del Estado a través de la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, pero no se ha llevado a cabo, al parecer por la falta de recursos económicos para echarla abajo.
De acuerdo con el funcionario federal, se requieren al menos 10 millones de pesos para realizar las labores de destrucción de la cortina principal y para los trabajos que se requieren hacer y con ello dejar el cauce como originalmente estaba.
“El Gobierno del Estado la construyó sin permiso y les corresponde a ellos acatar la disposición de la Conagua al pagar lo que implica la demolición de la presa, la cual se construyó además fuera de las especificaciones necesarias para ese tipo de obras”.