El 1 de agosto la Fiscalía General de Coahuila (antes Procuraduría de “Justicia”) mandó a 6 policías a balacear a unas familias de migrantes hondureños (mujeres, niños, adultos, que tuvieron la osadía de, huyendo de la inseguridad y la pobreza, cruzar la entidad para ir a Estados Unidos).
“Gracias a su pésimo entrenamiento y mala puntería, solo mataron a un padre de familia” (la orden de Palacio Rosa, por conducto del Criminal Gerardo Márquez Guevara, sería liquidar a todos).
Y sí, los 6 dispararon, contra todos.
Les vale madre
Fue en pleno Novenario del Santo Cristo de la Capilla, que estos GATES sinvergüenza consumaron el atroz asesinato. Pero ellos, estos pecadores del gobierno y los sicarios de la Fiscalía, ¡qué van a saber de fiestas sagradas y de arrepentimientos! Les vale madre eso y más (quién sabe el Juicio Final).
¿Cuál declaración del gobernador, estimados lectores, les pareció más cuerda y adecuada a la tragedia que significa que la Fiscalía de Coahuila y las policías, sean nido de asesinos, violadores de todo y la Ley, y redomados mentirosos?
Atinaron, no hay una sola referencia de Miguel Riquelme al crimen contra migrantes… al asesinato, al montaje y a la manipulación de la escena del crimen. Al engaño social. Del horror del 1 de agosto, que tanto se parece a los crímenes de odio en Estados Unidos.
En este desgobierno, las mañas del Moreirato están presentes. La corrupción, la impunidad y el cinismo institucional, se suman ahora al público y conocido afán asesino.
La criminalidad siempre ha sido la fea cara del simulado gobierno de Riquelme (y de Riquelme).
Cesar al fiscal
No escucha, no atiende, no reacciona. Solo recibe instrucciones y hasta ha olvidado, Miguel, como ser él.
Cesar a su abogado favorito, a su fiscal, es algo fácil. Debió hacerlo ya. Entre más se tarde, más le costará. Y debe, de cualquier modo, terminar por hacerlo.
Y no, no es sacrificio el correr a Gerardo Márquez, es él, el asesino intelectual.
¿O es usted, Ingeniero Riquelme quién dio la orden de perseguir y amedrentar migrantes?
¿Ya olvidó como hace meses abrazaba hipócrita a madres y niños migrantes, como presumía que éramos en Coahuila, albergue y Santuario migrante?
Qué falso, qué hipócrita. Asesinos e impunes. Hasta ahora.
Las señales
El Presidente Naranjado, dio unas declaraciones horas después del teatro ridículo y falso, cuando Rubén Riquelme abrazaba migrantes y los albergaba.
“Los gobernadores de México son responsables de alentar la migración”. Dijo, con su estilo asusta tontos, Donald John Trump MacLeod.
Enjugándose las lágrimas de cocodrilo mentiroso, apanicado, MARS, des abrazó a los migrantes (niños y mujeres). Cerró de tajo los albergues, subió en autobuses fletados a las familias migrantes y los envió a las fronteras vecinas.
Las corporaciones policíacas estatales y municipales, cercaron la Casa del Migrante, amedrentando a todos dentro, con rondines y cateos cada dos días. Las señales del acoso policial ya eran evidentes, pero nunca supusimos el horror de fomentar desde el gobierno la persecución y terminar matando migrantes.
No se atrevió a declarar nada, escondido tras el escritorio de Palacio y luego en un Sanatorio.
Fue su secretario de gobierno, José María Fraustro Siller (el “ex amigo” de Enrique Martínez, a quien traicionó y ahora íntimo de Rubén, cuidador de los intereses Moreira y espía de Riquelme), quien sancionó: Coahuila no aceptará más migrantes en su territorio.
Todo fue diferente desde entonces.
La Fiscalía General se convirtió en el azote migrante (que días, efímeras horas nada más, de ser el albergue y santuario de la migración en México).
No podemos decir que La Fiscalía y su criminal fiscal, se convirtieron en asesinos y criminales, porque ya eran. Pero sí, “se transformaron en sicarios del migrante”. Ah, qué deshonroso rol, que infame actitud institucional.
Las voces suben de tono
Pocos días transcurridos, 9 desde la ominosa fecha del artero asesinato oficial. Quieren acallar el horror internacional causado, diciendo que se ha “vinculando a proceso” a un tipo de los 6 asesinos materiales (los 6 que dispararon) y de los 2 intelectuales (los que ordenaron, Gerardo Márquez y Miguel Riquelme).
Un fiscal que de por sí es payaso, en los últimos días anda haciéndose el suavecito ante los medios no pagados. Lo normal en él es la soberbia, las palabras altisonantes y su actitud de sabelotodo.
Sus armados y desalmados sicario-GATES: Le detienen la sombrilla para que no le de el sol cuando da declaraciones de banqueta, le contestan sus varios celulares, le manejan sus redes y enredos amorosos, le hacen comida especial y claro, las bebidas selectas y hasta le cambian las cuerdas de la guitarra (porque es bohemio, que no borracho, el señor).
Las voces sociales suben de tono.
Periodistas, empresarios, iglesias, organismos de derechos humanos, y más, están exigiendo al gobierno la renuncia del fiscal. Dimisión que por vergüenza y honor debió presentar solo.
Pero, pedir vergüenza a los desvergonzados y honor a los promiscuos, es tanto como decirles decentes cuando se enorgullecen de ser corruptos (de ser priistas, de ser Moreira… ah cuanta reiteración).
El fiscal Márquez Guevara debe renunciar cuanto antes. El ejemplo debe ser contundente, aun siendo tan mentirosos e incongruentes. Aun. “Valiéndoles Madre”.