Los mayores, los más grandes depredadores de este planeta somos los seres humanos, hemos contribuido con éxito al caos de la naturaleza, de tal forma que, la huella humana es cada vez más dañina en ella.
El próximo lunes conmemoramos el Día Mundial del Agua, un elemento sin el cual la vida no existe, pero no hay conciencia de ello, muy pocos nos percatamos al abrir la llave del agua de que recibes en tus manos un milagro, ahí está, transparente, rica y la bebes, es parte de tu cuerpo, de su vivir diario, compras la botella que te dará vitalidad y fuerza en tu trabajo, cualquiera que este sea.
Tú dices, la pago, y la tienes en tu hogar y en tu trabajo, pero tu conciencia de su valor no va más allá; me sorprende escuchar a los jóvenes convencidos de que el agua es eterna, infinita, no se acabará, me aterra ver a las madres, a los padres sin un mínimo de valoración de este recurso natural, y no veamos a los gobiernos, les importa la próxima elección, el agua queda fuera.
Coahuila es muy buen ejemplo, el alcalde actual de Saltillo jamás durante su mandato asistió a una reunión del Consejo de Agsal, los 16 consejeros han estado ausentes, y Agsal ni siquiera se ocupa ni preocupa de poner al día la página de ese Consejo burocrático y en la práctica que no sirve para nada.
La secretaria del Medio Ambiente del gobierno estatal, brilla por su ausencia en el Consejo de Agsal, lleva ahí 2 o 3 sexenios pero no mueve un dedo para que esa empresa privada mejore el servicio a los saltillenses; más de 2 décadas y Agsal no ha hecho nada por detener el desperdicio de agua en las fugas de las redes.
Por otro lado, sorprende que el responsable de la Comisión Estatal de Aguas y Saneamiento sostenga que, ante el cambio climático hay que buscar fuentes alternas para el abastecimiento de agua, sorprende porque en esta ciudad toda el agua que se consume proviene de los acuíferos subterráneos, no hay ríos ni otras fuentes disponibles, por ello tiene razón la doctora Gloria Tobón cuando sostiene que la única alternativa viable es que Agsal y las autoridades municipales promuevan la cultura del cuidado del agua y eficienten su distribución, lo cual no se ve que les importe a estos organismos.
Si Agsal no se interesa por actualizar los informes y datos de su página, menos aún querrá gastar nuestros recursos en promover el cuidado del agua en esta ciudad. Saltillo es el municipio de la dejadez, el alcalde y el gobernador gastan en promoverse en la Mera-Mera pero no informan cuántos millones han invertido en promocionarse.
Cambiar y mejorar la forma en que se gestiona y administra el agua es responsabilidad del estado, es primordial cuidar la seguridad hídrica mediante el desarrollo sostenible, alcalde, ¿sabe lo que eso significa y sus implicaciones?
Es preciso fortalecer la efectividad de las organizaciones de gestión de las cuencas hídricas para que tengan la capacidad de proteger ese capital natural y garantizar una interrelación entre sociedad civil, estado y mercado climáticamente inteligente.
El agua es un bien público y los gobiernos están obligados a colocarla en un alto lugar en las agendas regionales y globales para garantizar que la integridad del ecosistema de agua dulce se considere en los procesos de toma de decisiones y enfocarse en construir seguridad hídrica frente al cambio climático.
La relevancia del agua dulce es esencial. A pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad no hay conciencia social ni gubernamental de su importancia. AGUA PARA TODOS.