El sindicato United Auto Workers (UAW) se prepara para declarar huelgas en algunas plantas de General Motors, Ford y Stellantis. Las tres firmas negocian desde hace meses con el sindicato y su nuevo presidente, Shawn Fain, sobre los nuevos convenios colectivos con una fecha límite, el jueves.
Empresas y trabajadores intercambiaron propuestas y contrapropuestas, con Fain dando cuenta públicamente de su descontento.
“Si llegamos a las 23:55 horas del jueves (14 de septiembre) sin un acuerdo con ninguno de los tres grandes fabricantes, habrá una huelga en las tres empresas de ser necesario”, enfatizó el dirigente el viernes.
Fain entiende que los empleados merecen el mismo 40% de aumento salarial otorgado a los directivos de los fabricantes. Pero las propuestas de las empresas están muy lejos de esa posibilidad.
El sindicato representa a unos 150,000 empleados de los tres grupos. Un 97% dio su acuerdo de principio para una huelga.
Armadoras presentan propuestas; sindicato las rechaza
Ford fue el primero de los fabricantes en hacer una propuesta al UAW, de 9% de ajuste durante los cuatro años de duración del convenio colectivo, y una prima por única vez de 6%.
Para Fain, esta oferta es “un insulto al valor” de los empleados. El sindicato también rechazó “la propuesta insultante” de GM.
Stellantis presentó su oferta el viernes: un alza de salarios de 14.5%, una prima única de 6,000 dólares el primer año del convenio y 4,500 dólares en los tres años siguientes.
“Es un avance”, destacó Fain el viernes por la noche. Esto es porque “ponemos presión”, afirmó este exelectricista de Stellantis para quien, no obstante, los números siguen siendo “profundamente inadecuados”.
“No compensan la inflación. No compensan las décadas de caída de salarios. No reflejan los beneficios muy importantes que generamos para esta empresa”, añadió.
Vistas las diferencias, muchos analistas esperan una huelga, a priori en una sola empresa, como ocurrió en 2019, en General Motors, durante seis semanas.
Una huelga tendría un impacto directo en los proveedores, que podrían recortar efectivos.