…Que tu vicio sea el servicio. Mejor legado no se puede ofrecer a un hijo por parte de una persona agradecida con la vida, consiente del costo de las cosechas maduras, y animado siempre por la alegría de llegar más lejos, y generar mayores bendiciones. Suena maravillosa esa frase en estos días relajados, donde el grueso de la gente busca librar el día, tratando de conseguir para un taco, postergando proyectos valiosos, y acallando ideas ingeniosas.
…Levantar la mano buscando dádivas distrae al hombre fuerte del mango del azadón, le quita al esforzado labrador la vista del surco y lo confina esperanzado al obscuro sitio donde se espera el próximo reparto, pasando hambres y penas, inclementes asoleadas y todo el rigor del frió y la lluvia, contemplando con añoranza la rara oportunidad de conseguir todo por nada, de llenarse algo más grande que el buche y de llevar con orgullo las cicatrices del trabajo que todo lo multiplica, que llena más que la pansa y que cuando se hace con pasión permite erigir montañas.
…Pero que buen negocio es el vicio, que fácil se vende el veneno, como se agradece el ocio y que bien se paga la oportunidad de ganarse algo sin los malhadados rigores del esfuerzo y las desventuras del trabajo.
…Por eso el traficante gana aún que se quede en la cama, el cliente a solas acude del amanecer a el alba el vicio sombrío no para y a cambio de una fumada el yonqui roba al vecino o se prostituye si falta.
…Ah como gusta lo fácil y como angustia si falta, que trabajos pasa el flojo para sacarle la vuelta a una plaza, se ocupa en encontrar trabajo pero si asusta si salta.
…Pobre del que entrega un voto a cambio de una vianda, no resuelve con ello sus hambres pero al diablo vende el alma. Hoy aprecia tus virtudes y sacúdete esos vicios, cambia tu tranquilidad por gracias trabajando hasta el cansancio que aderezará la cama donde reposes un rato.
“Que Dios Nos Bendiga”
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