Hoy conmemoramos un día más por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres cuyo objetivo es que todas las mujeres tengan una vida libre de violencia, tanto en el ámbito privado como en el ámbito público, así como el establecimiento de políticas que favorezcan la igualdad, el respeto, la armonización y el reconocimiento de derechos mutuos entre hombres y mujeres.
La violencia contra las mujeres está considerada por la Organización de Naciones Unidas como la forma más extendida y tolerada de violación de los derechos humanos y por la Organización Mundial de la Salud como una pandemia que afecta de manera importante la salud de las mujeres y que sigue siendo considerada por la sociedad como algo “natural”, además de ser invisibilizada por el miedo y la vergüenza que genera en ellas el ser víctimas y no tener seguridad ni en su propio hogar.
Decidirse a frenar las agresiones puede cambiar radicalmente la vida de ellas y de sus hijos, hay madres de familia que han tenido que huir, poner tierra de por medio para alejarse de su agresor y comenzar una vida nueva, segura y digna.
Hasta ahora las estadísticas han sido un parámetro importante para obtener datos que permitan elaborar estrategias que rompan los patrones de agresión; de acuerdo a cifras proporcionadas por el Inegi con motivo de esta conmemoración, un 63 por ciento de mujeres entrevistadas declaró haber padecido algún incidente de violencia por parte de su pareja u otra persona, un 47 se dijo agredida por su actual o última pareja y un 32 por ciento dijo haber padecido violencia sexual por agresores que no eran su pareja; entre 2001 y 2006, en promedio las mujeres asesinadas con violencia de género por día fueron un 3.5 y de 2013 a 2015 llegaron a 7 lo que revela un incremento significativo.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia representó un avance importante, aunque insuficiente aún porque tropieza con instituciones incompetentes para aplicarla, cierto, se cuenta con institutos y hasta secretarías, pero éstas no tienen presupuesto ni personal capacitado.
Las ciudades no son seguras. En Coahuila, Torreón es un ejemplo, ahí la violencia feminicida está presente y Acuña y la región sureste no escapan a ella, lo que significa que todavía las mujeres somos consideradas ciudadanas de segunda, con derechos restringidos, por ello las organizaciones de mujeres exigen que la Aleta de Género se aplique sin simulación, de manera eficaz a fin de que no sea un instrumento legal fallido, como casi todas las leyes en este país.
Ayer la Segob dictaminó la Alerta de Género para 11 municipios de Veracruz, en su mayoría indígenas, pero la Alerta se está solicitando también en Jalisco; en el Estado de México el año pasado se dictaminó pero se considera que no ha funcionado porque las medidas adoptadas por las autoridades que comanda el gobernador Eruviel Ávila han sido tibias e inocuas; lo que se deduce es que el gobierno de Peña Nieto juega con la seguridad y la vida de las mujeres de este país.
Hoy, en la CDMEX las organizaciones civiles de mujeres realizarán una marcha que será encabezada por las madres centroamericanas de migrantes desaparecidos y seguramente habrá muchas manifestaciones para exigir que se combata este cáncer esta pandemia social de odio hacia las mujeres.
Posdata.
¿Quién se opone al ostentoso, y espléndido programa de difusión del 5º Informe de gobierno? muchos esperan sea el penúltimo de la dinastía del moreirato; hay a quienes se les revuelve el estómago; mas quién levanta la voz. Nos costará cuantiosos millones en propaganda, al menos 50 opinan algunos, pero quién gana, los coahuilenses NO. Sigan calladitos, así se ven más bonitos. ¿Cuánto le debes al PRI? Yo no le debo más que una demanda.
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