Los seres humanos necesitamos guía. La buscamos en el ejemplo de nuestros familiares, en los consejos de los amigos, en la religión y en general, en personas que admiramos.
Nos formamos un criterio, aunque muchas veces no nos demos cuenta. Por eso la importancia de saber qué son las virtudes humanas. ¡La vida no viene con un manual!
Las virtudes humanas son aquellas convicciones o actitudes que nos permiten conducirnos por la vida moralmente. Es decir, teniendo claro qué son las virtudes humanas, estaremos preparados para desarrollarnos, abrirnos camino y tomar las mejores decisiones para nosotros y los que nos rodean. Esto significa vivir manteniéndonos firmes en nuestra postura según las diferentes situaciones que experimentemos, con diferentes personas.
Tipos de virtudes
En pocas palabras, las virtudes humanas nos llevan a hacer el bien. Para comportarnos debidamente, éstas deben ponerse en práctica diariamente. Hay dos tipos principales de virtudes que como seres humanos adoptamos: las teologales, que nos llegan por nuestra doctrina religiosa, y las cardinales:
Teologales:
- Fe
- Esperanza
- Caridad
Cardinales:
- Prudencia
- Templanza
- Justicia
- Fortaleza
Virtudes para la vida diaria
Para conocer a fondo qué son las virtudes humanas, hay que saber a qué se refiere cada una de ellas:
Fe
Es el conjunto de creencias, particularmente religiosas, al que nos apegamos con tal de crecer moralmente según las enseñanzas. Implica vivir con la confianza de que agradamos a Dios con nuestro buen comportamiento y que seremos recompensados por ello.
Ejemplo: tener fe de que estaremos bien, de que saldremos de alguna dificultad.
Esperanza
Es mantener el ánimo y la disposición para recibir, de parte de una fuerza superior a la humana, es decir, del Dios en el que se crea, la gracia que solo éste puede otorgar.
Ejemplo: tener la esperanza de que al pasar a mejor vida, nos encontraremos en el cielo, con nuestros seres queridos que partieron antes que nosotros.
Caridad
Es amar a Dios por encima de todas las cosas y, en consecuencia, brindar amor filial a nuestro prójimo, como semejante nuestro.
Ejemplo: cuando por voluntad propia somos benevolentes, y nos desprendemos de algo propio por ayudar a otro, como en la limosna.
Prudencia
Es identificar un bien verdadero para nosotros y los demás, y actuar en concordancia a ese bien.
Ejemplo: ser cautos y no aceptar llevar a cabo una acción antiética en el trabajo.
Templanza
Es actuar con moderación, saber dónde poner un alto y así poder estar equilibrados.
Ejemplo: mantenerse honesto a pesar de que se tuvo oportunidad de copiar en un examen con tal de obtener una mejor calificación.
Justicia
Es dar a cada quien lo que es justo: lo que le corresponde y pertenece. Es respetar el derecho de los demás.
Ejemplo: trabajar apegados a la ley, sin pasar por encima de nadie y dando crédito de los resultados a los compañeros o compañeras involucrados.
Fortaleza
Es ser firmes en nuestra fe, en nuestra moral, a pesar de las condiciones adversas. Es vencer a las tentaciones, el temor y los obstáculos.
Ejemplo: cuando renunciamos a algo que deseamos, como evitar una multa de tránsito por medio de un soborno.
Ahora que ya sabes qué son las virtudes humanas, y cuáles son, ¡a vivir de acuerdo con ellas!. Tócate el corazón y ayuda al prójimo a través de instituciones.