Se ha filtrado de las oficinas del congreso que ante las inconformidades con la nueva Ley Anticorrupción, que daría el control de ella al estado, la sociedad civil, organismos empresariales, medios locales e instituciones nacionales, se han opuesto a su aprobación.
Entonces desde Palacio Rosa ordenan a sus empleados en el congreso, votar de noche la ley, imponer a un fiscal a modo y acotar la ley para no incluir el retiro del fuero ni la revocación del mandato.
La inminente anulación de las elecciones daría al traste con el agandalle electoral y pondrían en grave riesgo de juicio y prisión al gobernador, a miembros de su gabinete y a cómplices del moreirato, escondidos en todas la esferas (contaminadas por la corrupción).
La sociedad se ha alertado. Nadie descansa hasta ver detenido el albazo legislativo que José María Fraustro Siller, presidente de la junta de gobierno, prepara en sesión secreta, por órdenes del apanicado patrón.
Esto sucederá entre martes y miércoles… de noche.