¿Y las mujeres?

Aunque los varones muestran una mayor tasa de mortandad, que ha llegado a niveles del 72% en países como Italia, sin duda las mujeres han llevado la peor parte del confinamiento a causa del Covid-19. La violencia de género se ha incrementado en 120% en México, según datos oficiales. Incluso, ya ha salido del ámbito del hogar y las agresiones femeninas también se ven en las calles, dirigidas principalmente al personal médico y de enfermería.

Las mujeres son las que mayormente están absorbiendo el stress por la pandemia, así como la carga física y emocional, al ocupar el 75% de los puestos laborales en salud y educación, de acuerdo al Economic Policy Institute de Estados Unidos. No solo eso, también se ha incrementado la carga de trabajo para las mujeres relacionada con el cuidado y la atención a los niños y adultos mayores. Ahora las madres se han convertido en maestras, enfermeras y hasta estilistas.

Adicionalmente, al encontrarse los hospitales saturados en algunas regiones, así como por el incremento en los riesgos de contagio al acudir a esos establecimientos, las mujeres están encontrando grandes limitaciones para acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, como los partos hospitalarios, lo cual podría incrementar la mortandad infantil y materna. 

Las mujeres representan una proporción importante de la economía informal, uno de los sectores más perjudicados por las medidas de aislamiento social.

Según la Organización de Estados Americanos (OEA), las lecciones de pandemias recientes han demostrado que la incorporación de las necesidades de las mujeres en el diseño de políticas es indispensable para reducir desigualdades y apuntalar el desarrollo económico.

Banco de México demostró que un incremento del 15% en la participación de la mujer en el ámbito laboral en América Latina, entre 2000 y 2010, redujo 30% la pobreza. ¡Imaginemos el potencial!

La efectiva participación de las mujeres en el trabajo remunerado post Covid-19 será necesario para su empoderamiento económico y para la reactivación económica.

Las crisis son generadoras de problemas, pero también de grandes oportunidades. Es momento de cuidarlas, sí, pero también apoyaras. Ellas son portadoras de una gran sensibilidad, capacidad de adaptación y una visión más amplia e integral de las cosas. Estoy seguro que si toman la iniciativa serán las generadoras de grandes soluciones y múltiples proyectos que impulsarán la economía. 

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