Primero quiero apuntar mi consternación por el fallecimiento de los Lics. Germán Froto Madariaga y Braulio Fernández Aguirre y mandar a sus familiares mis condolencias. QEPD.
Hace ya muchos meses el Gobernador del Estado Rubén Moreira decidió “destapar” y anunciar que el “bueno” en el PRI, para la candidatura a sustituirlo era Miguel Angel Riquelme Solis, y no sólo lo anunció, sino que también comprometió en este proyecto toda su determinación y capacidad de influencia.
Llamó la atención saber si este anuncio contaba con la autorización del Presidente de la República, quien en el PRI detenta el poder real, o por el contrario, se hacía precisamente para obligarlo o forzarlo a que en este sentido se diera la candidatura.
La primera posibilidad era poco probable, no era el momento adecuado para esa decisión, faltaba mucho tiempo para la sucesión, y ningún antecedente existía con Peña Nieto en esa dirección. El Pdte Salinas construía con mucha anticipación las candidaturas, fue el caso del Dr Rogelio Montemayor, pero con la diferencia de que el Dr era persona que tenia el afecto y la consideración del Presidente, ni por mucho el caso de Riquelme, por más que presumió una supuesta amistad con el Secretario de Hacienda, el Presidente ni en el mundo lo hace.
Tampoco el Gobernador parecía el conducto pertinente para transmitirla, el Presidente del CEN del PRI era Cesar Camacho, persona de la total confianza de Peña y obviamente mucho más cercano que el gobernador, el Coahuilense Secretario de Agricultura el Lic. Enrique Martínez.
Las formas y algunos acontecimientos tampoco resultaban creíbles y por el contrario abonaban la idea de la confabulación para imponer, construir una total cargada qué dejará resuelto, sin más remedio, el tema en favor de Riquelme.
Inició, no sólo con al autorización sino con la coordinación del gobernador, una estrategia de amplia exposición del elegido por todo el estado, se convirtió en el acompañante permanente del ejecutivo, en el invitado infaltable de cualquier celebración real o inventada, el frecuente “visitante distinguido” en cabalgatas, recepciones, atención a personalidades y eventos protocolarios oficiales, anfitrión repentino de líderes priistas a los juegos del Santos, etc., todo esto relatado amplia y generosamente por los medios militantes y “oficiales”.
Adicionalmente empezó, el círculo rojo, a recibir primero insinuaciones, señales, indirectas, después recomendaciones, sugerencias, instrucciones y finalmente insultos, regaños, amenazas y hasta despidos y cárcel a familiares.
Se fortalecía la estructura electoral funcional al PRI patrocinada y mantenida con los programas sociales desde la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado con Rodrigo Fuente de responsable, en el CDE del PRI se sustituyó formalmente a David Aguillón por Verónica Martínez, se nombró Secretario de acción electoral en el PRI estatal a Lauro Villarreal.
El perfil del elegido o seleccionado para ser impuesto era muy menor y nadie parecía entender el sustento de tan absurda y extraña intención del Gobernador. De frágil formación académica, nula experiencia administrativa, impresionante e inexplicable enriquecimiento, serios y múltiples señalamientos de corrupción, reiterada actitud altanera y pendenciero, parecía el menos indicado para representar al PRI en una contienda donde el Moreirato pretende refrendar su patente de corso y garantizarse impunidad.
Todas estas eran señales inequívocas de que la decisión tenía una fuente no autorizada, el priismo sospechaba fundadamente que este era asunto del gobernador y no de la instancia pertinente, el presidente de la República.
A favor del gobernador se apuntaban, los resultados electorales anteriores, cualquiera con el que él esté de acuerdo, sin duda, ganará, y si no, seguro perderá, decían. Y se publica en redes lo que, dicen, tal vez sea la fuente de la impunidad para el clan, el presidente esta en el mismo barco que los Moreira, una parte muy importante del dinero de la “deuda” fue para él por lo tanto el candidato será Riquelme. Necesitan un encubridor, quien mejor que un cómplice.
En este contexto asume la Presidencia del CEN del PRI Manlio Fabio Beltrones y la cercanía de Alejandro Gutiérrez con él introduce un elemento que modifica rápidamente la percepción del priismo y el cálculo del gobernador. Los Moreira tienen, en su antecedente con Beltrones, asuntos pendientes, les merece respeto, los asusta, los intimida.
El Gobernador hasta ese momento represivo, intransigente e inflexible con el tema, se mostró cauto, dubitativo, su delfín suspendió súbitamente su gira estatal y desapareció del escenario. Esto reforzó la idea de que las cosas habían cambiado, Alejandro Gutiérrez aparecía como el nuevo puntero para la candidatura del PRI y se consolidó cuando, solícito y comedido, el Gobernador lleva a Gutiérrez a la región carbonífera y le dispensa atenciones especiales.
Otros aspirantes afines a personas cercanas al presidente hacen más evidente su activismo, la demanda de piso parejo se vuelve parte constante y central del discurso, cada vez son más los apuntados, alguien cuenta 11, incluyen al Subsecretario Roque e inclusive a la Secretaria Robles. En el grupo “oficial” aparecen alternativas, el plan B o el C. Todos son “posibles”, si Riquelme quiere, por que yo no. Se multiplican los independientes. Todos, los priistas, los opositores y los independientes, en sus afanes proselitistas incluyen la protesta por lo parcial del gobernador, su demanda de no a la imposición y su promesa de poner fin al Moreirato, a la corrupción y a la impunidad.
Y Riquelme?
Cada vez más solo, menos viable, es el enemigo común, atareado con la protesta social en su municipio, inicia un absurdo proyecto de construir un teleférico habiendo enormes y urgentes necesidades prioritarias, sin sustentarlo racionalmente parece una ocurrencia, una estupidez, la idea es del gobernador se defienden en la presidencia, y para colmo se filtra una encuesta, en conocimiento aparece Jericó arriba, casi empatado con Riquelme pero este último con enormes negativos, increíble, tanto esfuerzo, tanto dinero, tanto desgaste, tanto riesgo y para nada.